“Madre de la Merced, enséñanos a valorar nuestra fe cristiana, haznos capaces de amar con caridad mercedaria, conviértenos en portadores de paz”.
(Oración a Nuestra Señora la Virgen de la Merced).
Hoy día 24 de septiembre celebramos la festividad de Nuestra Señora de la Merced, la Virgen de la Misericordia.
El nombre de esta advocación mariana alude a la misericordia de Dios con sus hijos. El vocablo “merced” significa; “misericordia”, “dádiva”, “gracia” y también “perdón”. Los orígenes de esta advocación mariana hunden su raíces en el Medievo europeo.
El comienzo de la difusión de la advocación mercedaria, así como la fundación de la propia Orden de la Merced (1218), parten de la visión que San Pedro Nolasco (Mas-Saintes-Puelles 1189 – Valencia 1256) tuvo de la Madre de Dios, en la que esta lo animaba en la tarea de liberar, a los cristianos cautivos en manos de los infieles. Desde ese momento Pedro, un rico comerciante de origen francés establecido en Barcelona, comenzará a emplear su patrimonio para liberar a los cristianos cautivos.
En nuestra querida Marchena (Sevilla) la advocación mercedaria se desarrolla gracias a la presencia de los miembros de la Orden de la Merced en nuestra localidad. En la actualidad el Convento de San Andrés y el de San Agustín, vertebran el eje espiritual mercedario marchenero.
Al calor de la obra mercedaria nació a mediados de la década de los años cincuenta del pasado siglo XX, la Hermandad de la Borriquita en el Convento de San Agustín.
En la actualidad la Asociación de la Merced de Madre de Dios, exiliada eventualmente en la Parroquia de San Miguel, procura liberarse del yugo de la incomprensión, para alcanzar la soñada meta de convertirse en nueva corporación de penitencia de la singular e histórica Semana Santa de Marchena.
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“La visión de San Pedro Nolasco”. Museo Nacional del Pardo, Madrid (Francisco de Zurbarán 1629)
GONZALO LOZANO ROSADO