viernes, 24 de abril de 2015

Un Domingo de Ramos especial...

¡Gracias!

Esta es la palabra que me sale del alma para describir todo lo vivido el pasado Domingo de Ramos bajo las trabajaderas de María Santísima de la Palma.


Realmente no sé cómo explicar con simples palabras el cúmulo de vivencias y sentimientos que durante la última estación de penitencia de nuestra Hermandad de la Borriquita tuve el enorme privilegio de experimentar junto a todos vosotros portando el paso de nuestra Virgen.                                                                         

La verdad que después de tantos años sacando el paso del Señor de la Paz la decisión de sacar este año la Virgen no fue nada fácil, pero me imagino que alguna ayudita divina tuve, porque evidentemente mejor no ha podido salir.

Independientemente de haber podido cumplir una promesa con la Virgen, por lo que siempre os estaré eternamente agradecido, nuevamente me gustaría daros las gracias a todos por haberme hecho sentir como si llevara toda mi vida en la cuadrilla. Durante los ensayos preparatorios y durante toda la estación de penitencia todo han sido desvelos por vuestra parte para que viviera el mejor Domingo de Ramos dentro de las circunstancias emocionales que me abordaban, 21 años debajo del Señor son mucha tela, y más como sabéis que yo me tomo las cosas en este mundo de la gente de abajo.




El que se presentaba como el Domingo de Ramos más especial de mi vida terminó convirtiéndose en el mejor Domingo de Ramos de la misma. La salida, la entrada, esa calle Obispo Salvador Barrera…. Lo vivido junto a vosotros ya lo sabéis, así que eso lo dejo para el baúl de mi memoria personal, pero lo que sí me gustaría es agradecer el trato dispensado hacia mi persona. Empezando por Manolo, el capataz, y todo su equipo de auxiliares (Cone, Manolete y Peña), a toda la cuadrilla en general pero obligatoriamente tengo que acordarme de los hermanos Pérez Becerra, de Chapi, Toni, Rafa Díaz y por supuesto de mi amigo Lili.







Perdonar que no os nombre a todos pero sería como poner el cuadrante de la cuadrilla al completo. Pero hay una persona que sé a ciencia cierta que ha disfrutado este año como un “niño”, me refiero a Javi Castillo. 



El me abrió las puertas del San Agustín costalero cuando era capataz del paso del Señor, y otros el año anterior me las habían cerrado, 22 años después ahí estaba yo haciendo la entrada de su Virgen un Domingo de Ramos. Lo que escuché de su boca en mi costero una vez realizada la entrada me lo guardo, pero sí Javi, te lo digo con rotundidad:                    

¡Ha sido el mejor Domingo de Ramos de mi vida!





Bueno, muchas gracias nuevamente a todos. Ya queda menos para un nuevo Domingo de Ramos. Que María Santísima de la Palma os guarde a todos por buenos hermanos, buenos costaleros, buenos amigos, y por buena gente.


¡Viva la Virgen de la Palma y el Señor de la Paz!


                                                                        Vuestro Hermano Gonzalo Lozano Rosado.